Ya muchos me están preguntando mi rubrica de la mochilera de 14 años.
¿Ok, esta una historia para adultos y saben por qué?
Resulta, que, a esa edad en unas vacaciones de Semana Santa, mis compañeros de clase planificaron un viaje de playa, yo no fui porque mis planes eran otros, aunque en mi casa dije que iba con ellos ya que era la casa de playa de la familia de una compañera.
Tome mi morral, con 50 apenas en mi bolsillo, ahorrados a conciencia sabia lo que iba hacer. Muy temprano me desperté, me despedí de ellos y me fui a la autopista, ¡Si! A la autopista porque para ahorrar, me iba a ir a dedo. Mi destino era una ciudad a 14 horas de mi casa, yo siempre digo: “muchacho, no es gente “. ¡Pues sí, así es! Nada a punta de dedo llegue a esa ciudad con un viaje de aprox. 20 horas. No comí en todo el camino bajaba de un transporte y con la misma buscaba el otro, hasta en gandolas, camiones en la parte de atrás acostada en el piso por el frio, el aire, algunos carros particulares, lo que siempre aun hoy me llamo la atención porque nadie se daba cuenta era una niña, nadie preguntaba nada. Y mi cara era muy menuda y tenia poco peso.
Bueno nada llegue bien entrada la madrugada, busque una plaza para dormir allí. Muy temprano si me fui al centro de la ciudad, busque un baño publico para asearme y me detuve en un puesto de pasteles, y me comí una buena ración con jugo tenia mas de 24 horas sin ingerir alimentos.
Después de allí comencé la aventura, primera vez iba a esa ciudad, que le llaman la Ciudad de los estudiantes, y así es. Recorrí muchos centros, ventas museos, teatros, la villa de los artesanos, fui a una montana que se subía por un teleférico, era un sitio maravilloso, espectacular primera vez hice tanto, una sola noche la ultima pague en hotel para descansar y asearme ya que venia la jornada de regreso igual a dedo.
Lo más increíble es que esos 50 me rindieron un mundo, aun llegue con 3 a mi casa.
Esa aventura fue la primera de muchas más, hasta el día de hoy la variante ha sido que a través del tiempo fui mejorando es estatus del viajero y de los viajes. ¡Hay muchas anécdotas, muchas!
Por eso dije al principio, es una historia para adultos, no queremos que nuestros hijos, piensen que es tan fácil, no lo es !
Tenia 14 años! Cuando empecé, ah, completamente sola me fui, no quería involucrar a nadie.
Sin duda,
¡Viajar definitivamente es Vivir!
Zulay Sifontes